Diferencias entre un embarazo de invierno y uno de verano

Vía Pinterest

Entre el volumen de trabajo de Navidades, las fiestas y el embarazo no he podido volver al blog hasta hoy, me he propuesto recuperar la rutina aunque lo voy a hacer sólo tres a veces a la semana (igual después de dar a luz tengo que bajarlo a dos…).

Técnicamente ¡sólo quedan 4 semanas para verle la carita a Frida!, aunque por el tamaño que tiene (y el de mi tripa), igual es menos ;), así que me permitiréis que en estas semanas me centre más en el embarazo porque es lo que más tengo en la cabeza…Espero no aburriros!

El otro día pensaba en la diferencia entre un embarazo de verano (Martín nació en septiembre) y uno de invierno (el de Frida), y, si bien es cierto que cada embarazo, cada mujer y cada bebé es un mundo, en mi caso, me quedo con el de verano, claro que o tuve problemas de pies hinchados ni de tensión baja, pero aparte de eso hay más diferencias:

Ventajas de un embarazo de verano vs uno de invierno:

• Es más fácil y barato vestirte; con unos cuantos vestidos monos estás lista (nada de calcetines, zapatos, jerseys, abrigos…)
• También es más sencillo llevar una dieta sana; más zumos, frutas apetecibles, sorbetes…En lugar de tener que pasar unas Navidades sin jamón, ni champagne y con muchos dulces.
• El ritmo de trabajo es menor, al menos en mi caso, no sólo de trabajo, sino también de fiestas, eventos y comidas.
• Si eres autónoma o puedes teletrabajar y tienes disponible un lugar al que escaparte para estar más fresquita (como la montaña o el norte de España) es una pasada, yo pude teletrabajar desde la piscina en la sierra todo agosto antes de que naciera Martín (claro que era el primer embarazo, ahora sería diferente, pero de igual forma algún apaño haría).
• Cuando nace el bebé no hace frio, por lo que no tienes que estar tan preocupada por las temperaturas de exterior e interior.
• Tienes mejor cara porque, aunque has estado usando muchísima protección, algo más de sol te ha dado; a cambio, puede que tengas manchas…Esta ventaja cuenta la mitad 😉
• Tienes más acceso a piscinas, ir a la playa, etc…Es decir, a estar en el agua cómodamente sin pesar nada.
• Puedes salir a cenar enseguida porque hace buen tiempo como para estar en una terraza con tu bebé (nosotros llegamos a casa un domingo y el viernes siguiente salimos a cenar con Martín en el carrito y fue todo estupendo, me temo que con Frida no podremos).

Vía Pinterest

Aunque he de decir que, por situación de fechas, tambien me gusta la primavera para tener un bebé, pero no tanto el invierno…Si se pudiera elegir, escogería abril-mayo o septiembre-octubre ¿Y tú? ¿Cuál es tu experiencia?