Babymoon en Aire de Bárdenas

Soy muy fan del concepto Babymoon; se trata del viaje que haces embarazada, unos meses antes de dar a luz, para disfrutar del relax del que carecerás al menos durante el siguiente año.

Con Martín planeamos nuestra babymoon dos meses antes de que naciera (acabo de descubrir que escribí un post en 2012 (antes de ni siquiera pensar en embarazarme) y en él están los dos hoteles a los que hemos ido de babymoon!) pero con Frida, entre que mis 7 meses de embarazo conincidían con que era invierno, Navidad, estaba Martín y era temporada altísima de trabajo…Pues lo dejamos para después, así que decidimos irnos de babymoon cuando Frida ya tenía 8 meses y, tras la vuelta de verano, ya teníamos de nuevo todas las rutinas establecidas de nuevo.

Soy muy fan de los hoteles que merecen un viaje, de las piscinas icónicas y del diseño (y los servicios de relax) en general, así que por todo ello (más la gastronomía, se me olvidaba!) , elegimos el hotel Aire de Bárdenas como nuestro destino de babymoon.

El hotel se caracteriza por sus construcciones en cubos, estrategicamente distribuidas para disfrutar de la intimidad suficiente, de hecho, durante nuestra estancia también había familias con niños a los que no escuchamos en ningún momento.

A mi me conquistaron las vistas desde sus cubos, las burbujas (puedes dormir en unas burbujas transparentes para ver las estrellas por la noche, aunque te recomiendo que si vas dos días cojas la primera noche burbuja y la segunda un cubo, pues la burbuja es pequeñs y menos cómoda) y, sobretodo, su bañera exterior.

De hecho en dos días me bañé más veces que en los últimos ocho meses…Que levante la mano la madre con bebé reciente que se haya bañado más de una vez desde que dió a luz…Un imposible!

Si tenéis en mente un viaje al hotel (un destino perfecto de babymoon) os recomiendo que elijáis la habitación 22, se trata de un cubo con vistas que además tienen bañera en el exterior, hay habitaciones más grandes (como la suite) pero en mi opinión no te hace falta tanto espacio porque a cambio tienes mejores vistas, así que apuntad; habitación 22 😉

Del hotel Aire de Bárdenas me gustaron muchas cosas; además de su arquitectura y diseño (premiado en numerosas ocasiones), detalles como que tengan (a la venta) bombas para la bañera, que te presenten una polaroid (comprando tu el carrete) para que hagas fotos durante tu estancia, el packaging de las amenities o que te dejen una bonita postal en la habitación para que escribas a quien quieras y ellos se encargan de enviártela (gratuitamente).

La cocina también es buenísima, puedes cenar allí (comer no estoy segura pero entiendo que también, nosotros optamos por ir a Tudela a probar el famoso menú de verduras del restaurante 33 que nos pareció la bomba, así que recomendadísimo también), con una carta llena de verduras (también tienen menú sólo de verduras).

El desayuno buenísimo también, aunque fue el único aspecto que nos dejó mal sabor de boca, pues, aún sabiendo que no estaba incluído en el precio de la habitación, en ningún momento nos esperábamos que costase 20€/persona…Nos pareció desproporcionado, en general por un deayuno, pero en particular por el tipo de desayuno que tomas y, sobretodo, porque tratándose de un hotel de cuatro estrellas, sería mejor que incluyeran eso en el precio de la habitaciones que parece que se diluye de otra forma…O, en su defecto, que el precio del desyuno constara en la carta, que aparece todo lo que vas a tomar, menos el precio.

Por cierto, también celebran bodas, así que si estás buscando un sitio especial para celebrar tu boda cerca de Tudela ¡ya lo tienes!

Si te acercas por la zona no puedes dejar de visitar ¡por supuesto! el desierto de las Bardenas Reales, un parque natural al lado del hotel con un paisaje muy peculiar, merece la pena ir en coche, dejarlo aparcado y dar una vuelta andando.

Si tenéis alguna recomendación de hotel boutique (preferiblemente con piscina) ¡me encantaría conocerla!