18 de septiembre de 2019
6 usos para el carrito de mimbre
Ya sabéis lo fan que soy del carrito de mimbre, además de porque estéticamente es ideal, me gusta rodearme de objetos que me transmitan paz y que me alegren la vista. En mi día a día necesito objetos prácticos, que me solucionen alguna necesidad, pero que sean bonitos. Para mí es muy importante, de ahí que utilice tanto el carrito de mimbre.
Comencé utilizándolo para ir de compras, para el típico día que vas a hacer varios recados y llevas el bolso, dos bolsas para devolver, algo que tienes que darle a alguien, etc…
También me encanta el carrito de mimbre para ir al mercado, llenarlo de frutas y verduras y ver algo asomando, como las zanahorias o el pan 😉
Después llegó el verano y me lo llevé a la playa, es verdad que el carrito ocupa bastante en el maletero, pero como se puede rellenar (la primera vez lo llevamos lleno de pañales, ahora de toallas), puedes optimizarlo mejor. El carrito de mimbre en la playa es una gozada, bajamos andando a la playa, ahora los niños van con sus bicis, y así puedo llevar todo en un solo sitio sin marcarme los hombros con las asas de pesadas bolsas, ir ladeada cargando con tres bultos, etc…Además, me gusta compartimentar todo, por una cuestión de orden, para encontrar todo más fácilmente y para evitar que todo se llene de arena, así llevo dentro del carrito: tres toallas, una bolsa con la ropa de cambio de los niños (traje de baño o camiseta que se quiten…), otra bolsa con las cremas, otra bolsita si llevamos algo de comida y otra bolsa para las cosas importantes (móvil, cartera, llaves y gafas de sol). Siempre utilizo como bolsas pequeños neceseres, bolsos de Zubi o alguna bolsa de tela
Con la vuelta al cole (y también durante todo el curso) utilizo el carrito de mimbre cuando voy a buscar a los niños al cole, para meter todo lo que te plantan en los brazos según te ven; sudaderas o abrigos que no se quieren poner, dibujos, manualidades, la bolsa de deporte, etc…Me pone muy nerviosa ir con mi bolso y de repente llevar cosas colgadas por todas partes así que con el carrito de mimbre lo soluciono y, además, y, muy importante ¡no me fastidio la espalda!
Otra opción de uso mientras lo tienes en casa es llenarlo de mantas, tener el carrito de mimbre en un rincón con las mantas asomando, queda ideal.
Se de algunas personas a las que se lo han regalado que les ha gustado tanto que les ha dado pena usarlo como carrito, así que lo han colocado en una esquinita y llenado de flores dándole un protagonismo extra, también es buena opción, ¿verdad?
Las que lo tenéis, ¿lo habéis usado de alguna otra forma?
Deja una respuesta