3 de junio de 2019
La montaña Palentina y sus bisontes
Si lleva leyendo este blog tiempo sabes lo que me gusta hacer planes distintos y diferentes, normalmente suelo proponerlos y organizarlos yo, así que cuando llega un amigo de tu marido, propone un plan súper apetecible como ir a ver una reserva de bisontes pero, además, se ocupa de TODO lo demás (buscar alojamiento, restaurantes, plan para el día siguiente…) es para hacerle la ola, sobretodo cuando acierta con todo. Ha sido un éxito de fin de semana y de planes 🙂
Lo cierto es que cuando, de camino a Asturias, pasábamos por el cartel que dice «Montaña Palentina» siempre nos picó la curiosidad de lo que sería, mi desconocimiento de la provincia de Palencia hasta el momento me hacía pensar siempre en ella como una zona árida, amarilla y seca.
Pues nada más lejos de la realidad, la zona de la Montaña Palentina nos ha conquistado, sobretodo cuando nuestra primera parada fue el pantano de Aguilar de Campoo, al que desde ya quiero volver, ya que fuimos sólo a comer (al restaurante el Chilli) y teníamos que irnos pronto para hacer la visita a la reserva de bisontes BisonBonasus, la única reserva de bisonte europeo en España que lleva manteniéndolos, cuidándolos y permitiendo que se reproduzcan desde 2010, en estos momentos tienen 14 ejemplares en Palencia, en el mundo hay varias decenas más pero lo más curioso de todo es que todos los bisontes europeos que hay ahora mismo en el mundo descienden únicamente de 12 bisontes, eso hace que a veces haya problemas de consanguineidad y por tanto las crías no salgan adelante.
Una reserva a la que me gustaría volver en invierno, para ver a los bisontes en la nieve como en esta fotografía.
Parte del encanto de la montaña palentina viene de sus colores y vegetación, mucho más verde de lo que me imaginaba (una mezcla entre el paisaje leonés y el asturiano, menos verde que este último) y sus pueblecitos, con tan baja densidad de población, una zona aún no muy conocida pero que, sin embargo, nos ha sorprendido por la cantidad de actividades que han montado alrededor (desde la reserva de bisontes hasta el museo de la minería, pasando por esculturas en mitad del campo, más museos,etc…).
Además, me gustó mucho que en todos los sitios donde estuvimos el personal era del propio pueblo, desde la chica que nos hizo la visita guiada de los bisontes hasta el chico que nos enseñó la mina del Centro de Interpretación de la Minería en Barruelo de Santullán.
Este chico resultó ser hijo, sobrino y nieto de mineros, por lo que imaginaos cómo nos exlicó todo de bien y la forma tan cercana que tuvo de hacerlo, además de responder a todas nuestras curiosidades con todo tipo de detalles.
El Museo de la minería es otro plan muy divertido, incluye la visita a la recreación de una mina (las minas de Barruelo eran de las más peligrosas de España por lo que no sería posible entrar en una de verdad), una recreación muy real y que hace que empatices mucho con el tipo de vida que llevaban los mineros.
Me quedé con ganas de conocer el Parador de Cervera de Pisuerga , por su terraza y sus vistas y estoy segura de que esta comarca palentina alberga muchas más cosas por lo que volveremos.
Las dos comidas que hicimos fuera de casa estuvieron bastante bien y a precios muy comedidos, el primer sitio, como comentaba antes, el restaurante El Chilli me encantó por las vistas y en el segundo (Restaurante Casasola en Reinosilla) comimos muy buena carne, calidad-precio muy buena y además tenía un pequeño jardín fuera para los niños de lo más agradable, jugar en una llanura verde mientras ves las vacas y a un ternerito mamando es increíble.
Nos alojamos en una casa rural también con un patio jardín súper apetecible, una casa grande para varias familias cómoda y que está bien (sin pretensiones decorativas, pero bien), en un pueblito chiquitín Valberzoso, Brañosera y tienen otra casa grande al lado también, puedes verlas aquí.
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