18 de julio de 2019

Las nuevas tecnologías y los niños | Estudio #TenemosLike

Esta mañana he acudido a la presentación del estudio #TenemosLike realizado por el Club de Malasmadres y Movistar tomando como muestra madres del Club. Me interesaba mucho porque es un tema que me preocupa a futuro, mis hijos son pequeños y, con mucho esfuerzo, aún no utilizan dispositivos.

El estudio se centra en la educación en el uso de la tecnología, arroja datos para mí muy preocupantes, como

El porcentaje de madres que reconoce que sus hijos hacen uso de dispositivos móviles en las siguientes franjas de edades:

48% menores de dos años

77% entre 3 y 5 años

96% más de 6 años

Estudio #TenemosLike . Malasmadres & Movistar

Estos datos me preocupan muchísimo porque creo que ese uso abusivo en la primera infancia está propiciado, sobretodo, por el desconocimiento. Veo todos los días madres y padres poniéndole el móvil con dibujos a bebés que ni siquiera lo estaban demandando (por ejemplo en un restaurante, no lloran, no hacen nada, pero se lo ponen para dar el potito y, ya de paso, se lo dejan y así, entiendo, que comen más tranquilos).

Estoy segura de que no lo harían si supieran lo que influye en el desarrollo de la miopía en niños, en desarrollar nerviosismo tras un buen rato de exposición y cómo atrofia partes del cerebro al dejar de usar neuronas que necesitamos, por ejemplo, para hacer un puzzle físico, pero no uno virtual, que si nos equivocamos de pieza directamente el sistema la rechaza y si, acertamos, la pieza se acerca sola hacia su sitio (esto lo digo por el argumento de la cantidad de aplicaciones supuestamente benieficiosas para la educación de nuestros hijos) ¿de verdad creéis que en niños menores de seis años hay aplicaciones que enseñan mejor que la propia realidad?, que la experiementación, la prueba y el error, el desarrollo de los sentidos; tocar, oler algo, manipular…Todos esos gestos generan unos cambios en el cerebro que ayudan mucho más que a la propia tarea que estamos llevando a cabo. Y no lo digo yo, lo dijo Álvaro Bilbao en una conferencia, hace un año, también en la Malasmadres House, en la que contaba su experiencia con sus tres hijos que no utilizaban tecnología por debajo de esas edad (más allá de hablar a veces con los abuelos o familiares por Facetime), y es una opinión extendida entre más docentes y neurocientíficos).

Mis hijos tienen menos de seis años y por eso me centro en esta franja, porque es la que me ocupa y la que conozco (para lxs que tengáis hijxs más mayores os recomiendo que os leáis este post con más información).

En la presentación de esta mañana estaba María Zabala, experta en educación digital para familias, y ha dicho dos cosas que me gustaría resaltar:

  • Una con la que estoy de acuerdo: deberíamos centrarnos más en lo que se puede hacer con la tecnología a nuestro alcance que en lo que no se puede hacer. Es decir, si no quieres dejarle el móvil a tus hijos para ver dibujos, ni para juegos que al final le enganchen pero te lo demanda porque te ve siempre con él, proponle algo que sí pueda hacr con él acorde a su edad. Si son pequeños puede ser escuchar una canción, llamar a un familiar por facetime o ver fotos de cuando era bebé y si son mayores, buscar fotos de algo que le gusta para luego imprimirlas y hacr un collage.
  • Otra con la que no estoy de acuerdo: me da la sensación, es decir, matizo, es más una sensación mía que algo que haya dicho ella directamente, que, dentro de esa propuesta de abrir la tecnología, parece que ahora no es políticamente correcto decir que sería mejor que los niños en la primera infancia no utilizaran dispositivos móviles y entonces nos centramos en cómo se debe usar esa tecnología (puede que ella se esté refiriendo a niños más mayores y yo lo haya extrapolado a todos), los colegios justifican su uso por una mayor motivación de los alumnos y por los beneficios (habría que analizar para quién) de la gamificación, cuando creo que la pregunta ante el uso de la tecnología en niños pequeños debería ser ¿el uso que le voy a dar verdaderemente me ofrece más y mejor que su alternativa analógica? en el caso de la música, sí, gracias a Spotify podemos escuchar todo tipo de música de una forma fácil, accesible y casi gratuíta que no sería posible mediante otro formato más antiguo. Sin embargo, si vamos a hacer sumas y el programa de la tablet nos ofrece una especie de videojuego versus aprender a sumar contando cosas reales, moviendo garbanzos (o Supezings) pues, claramente, me quedo con la segunda opción, aunque requiera de más esfuerzo, tiempo y dedicación por nuestra parte, siempre hablando de niños de infantil y primaria y en general. Quizás un tutorial de youtube sirva para enseñar a tu hijo a tocar el piano, pero seguramete sea más mayor de 6-8 años.

Me he dejado mis apuntes de la charla en casa y estoy en la oficina así que igual edito más adelante si se me escapa algo pero quería escribir el post en pro de una mayor divulgación sobre el uso de dispositivos electrónicos en niños pequeños que no sólo no son buenos sino que no son NADA recomendables. De verdad que se que es difícil no tirar de ellos pero si sabemos que no son buenos (como los procesados, en nutrición, por ejemplo) al menos cuando los usemos sabremos que son la última opción, no la primera.

Este tema da para mucho más, el uso de las redes sociales en niños y adolescentes, la exposición, la necesidad de mostrarse, la pérdida del derecho a la reinvención de uno mismo (ya no se puede ser el empollón en el colegio, el deportista en la playa y otra faceta en el pueblo), ahora tus etiquetas y lo que hayas estado mostrando todo el año te acompañarán siempre…Nosotros podíamos «ser» una persona en el colegio y podíamos reinventarnos en el pueblo, sobretodo niñxs que hubieran sido estigmaticado por algo en algún sitio, podíamos mostrar nuestra cara B, ahora les va a ser más difícil…Además de crecer viendo siempre lo geniales que son otras vidas, algo que vivimos nosotros ahora, pero nos ha llegado ya maduro y, aún así, no siempre es fácil de gestionar…

Este informe e iniciativa de Malasmadres nos da la esperanza de tener recursos a nuestro alcance para aprender y formanos más, con plataformas como la de Iwomanish o Empantallados, pero creo que necesitamos más formación sobre la gestión emocional de todo ello. Estamos en la técnica (cómo hablar de tecnología, qué apps usar, el control parental, el vocabulario, etc…) pero falta la emocional…Ahí lo dejo!!



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